viernes, 16 de diciembre de 2011

El Profeta (Khalil Gibran)



Entonces fue cuando una mujer pidió:
Háblanos de la Alegría y de la tristeza.
Y él respondió:
La alegría es una tristeza sin máscaras.
• El mismo manantial de donde mana vuestra risa ha estado frecuentemente lleno de
lágrimas. Y ¿Cómo podría ser de otro modo?. Cuanto más profunda sea la hendidura
dejada por los infortunios, mayor será la alegría que ésta pueda contener. ¿La fresca copa en que degustas el vino, acaso, no es la misma que ardía en los hornos del alfarero? ¿Y el laúd en que tu alma encuentra tanta plenitud no es acaso, la misma madera que fue taladrada por el cincel?
• Cuando experimentes la alegría busca en tu corazón y encontrarás que, lo mismo que te produjo tristeza es lo que hoy te procura alegría.
• Y cuando te lleguen las tribulaciones, vuelve a mirar en tu corazón y te darás cuenta que estás llorando por aquello mismo que otrora fuera tu alegría.
Algunos de entre ustedes comentan;
“La alegría es mayor que la tristeza”.
Y otros dicen:
“No, la tristeza es más profunda”.
Pero yo digo que tristeza y alegría son inseparables.
Juntas llegan,y cuando una se sienta a nuestro lado en la mesa, la otra espera durmiendo en nuestra cama. En verdad, estamos suspensos, como fiel de balanza, entre nuestra alegría y nuestra tristeza ,Sólo cuando estamos vacíos nos sentimos quietos y equilibrados. Cuando el guardián del tesoro nos llame para pesar su oro y su plata, nuestra alegria o nuestra tristeza harán oscilar a un lado o a otro el fiel de la balanza.

No hay comentarios: