
23 DE OCTUBRE
Si ser médico es entregar la vida a la misión elegida. Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día. Si ser médico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios. Si ser médico es amor, infinito amor, a nuestro semejante, entonces ser médico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce; la enfermedad, salud; y la muerte vida
Dejarse llevar por el caos interno es más fácil que enfrentarse a uno mismo. Es más accesible el buscar en el exterior respuestas a las que de antemano se sabe que se encuentran dentro. Una manera de huir de uno mismo es el desear lo que no se tiene y que se aprecia en los que nos rodean, siendo esto una limitante aun mayor que la propia limitante de no alcanzar lo que se quiere. Y es que quien nos garantiza que eso que tanto codiciamos sea la respuesta al vacio interno? Es lo que sucede cuando se esfuerza por llegar a un punto y al volver atrás se da uno cuenta que no era lo que se esperaba o quería, se sigue igual, igual de vacío. E incluso se llega a sentir felicidad ante la desgracia de los demás, se le desea el mal, inclusive se le hace el mal, con el objeto de que eso que la otra persona tiene, que pienso yo carezco, no me demuestre que no lo tengo sin embargo por dentro lo deseo. Y lo demás que hay en mí qué? Lo dejaré a un lado por concentrarme en eso que quiero y que no tengo? Hasta dónde puede llegar alguien con tal de obtener lo que no le pertenece? Y hasta dónde puede llegarse a corroer el ser interno, por esa necesidad auto infligida, creada artificialmente por todos los medios que nos rodean los cuales se encargan de idealizar ciertas características banales sin exaltar el espíritu del ser humano como lo más bello y único que puede poseerse; olvidándose por completo y obligándonos a olvidar que el SER es más que materia pura sino que está compuesto por materia y espíritu. Actualmente enaltecer el espíritu es una burla, no es lucrativo, no interesa, cuántos libros yacen olvidados en los estantes esperando a ser siquiera ojeados y se prefiere enfatizar en encender la televisión para alimentarse de cualquier chatarra que la sociedad en decadencia nos provee o nos desee introyectar? Es enfermizo vivir así porque jamás se acrecentará lo demás que nos conforma y solamente estaremos expectantes hacia lo que hacen los demás, lo que mueve a las masas; realizar un cambio estando en estas condiciones es desear lo imposible, proponer algo nuevo, novedoso y enaltecedor es trabajo de otros no de uno mismo, así se piensa y es lamentable. Cada quien tiene algo diferente que ofrecer, somos personajes distintos. Debemos reflexionar que lo que consideramos deseable en el otro pudiese ser dañino en uno mismo, sin embargo si es posible reconocer el interior y se aprende mediante otras habilidades a suplir lo que no se tiene, no solo se vuelve uno un ser más completo sino algo más importante un ser único, diferente a lo que la sociedad pinta, exige y con lo que está conforme. Eso es lo que en realidad caracteriza a un genio, no sus flaquezas sino sus virtudes, la manera en que con lo que tiene pudo explotarlo y llegar a ser alguien diferente, un ser real, un ser verdaderamente original, el alcanzar la AUTENTICIDAD no solo de cuerpo sino de ESPIRITU. Esto es lo que el mundo necesita, lo que la sociedad implora, un cambio que venga desde adentro, que reforme el ser y que permita al hombre acercarse cada día más a esa palabra, muchas veces lejana pero verdaderamente tangible, que llamamos felicidad.
A continuación incluyo algunas citas del libro “Médico de Cuerpos y Almas” escrito por Taylor Caldwell: ". El libro narra la historia de Lucano (San Lucas), quien relata el arduo camino de la peregrinación de todos los hombres, que a través de la desesperación y la vida en tinieblas, el sufrimiento y la angustia, la amargura y la pena, la duda y el cinismo, la rebelión y la desesperanza han llegado a los pies y la comprensión de Dios. La búsqueda de Dios y la revelación final son las únicas cosas que dan sentido a la vida del hombre, puesto que ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo si ha perdido su alma? Esta es una excelente novela en donde los valores sublimes de Lucano entran en colisión con la crueldad de una sociedad en plena decadencia y nos enseña a mantenernos firmes en nuestras creencias, a desafiar lo establecido conforme a los valores, a ser éticos y morales en tiempos de crueldad y ambición demostrando que el mayor reto del ser humano es aprender a amar a su prójimo, a si mismo y a Dios.
CITAS:
"Si un hombre mira con amor compasivo a sus doloridos prójimos y a causa de su amargura pregunta a los dioses: ¿por qué afligís a mis hermanos?, sin duda será mirado por Dios con más ternura que el hombre que le felicita por su misericordia y prospera feliz y sólo tiene palabras de adoración que ofrecer."
"Honremos a aquellos que saben en sus corazones que no son grandes, porque ellos respetan y reverencian la grandeza."-
"- ¿Por qué reprochas a esta pobre niña - preguntó Lucano con resentimiento-. ¿Es ella mayor que su naturaleza con la cual Dios la dotó? Él le dio los instintos naturales.
- Cuando los instintos naturales pueden ser peligrosos, entonces deben ser controlados -dijo Keptah-. ¿Y qué es lo normal? ¿El mundo? Se debe disciplinar uno mismo para derrotar las pasiones del mundo, o un hombre no es más que una bestia. "
"Para qué sirve el dinero si no es para disfrutarlo" Hay, sin embargo, hombres que gozan más con el pensamiento de sus cofres que con el de aprovecharse de ellos".
Cada rosa gentil ayer nacida,
cada aurora que apunta entre sonrojos,
dejan mi alma en el éxtasis sumida...
¡Nunca se cansan de mirar mis ojos
el perpetuo milagro de la vida!
Años ha que contemplo las estrellas
en las diáfanas noches españolas
y las encuentro cada vez mas bellas.
Años ha que en el mar, conmigo a solas,
de las olas escucho las querellas,
y aun me pasma el prodigio de las olas!
Cada vez hallo la Naturaleza
más sobrenatural, más pura y santa,
Para mí, en rededor, todo es belleza;
y con la misma plenitud me encanta
la boca de la madre cuando reza
que la boca del niño cuando canta.
Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar: «Aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama».